Conocí Origen en su primer local de la Av. Bolívar hace unos años, cuando el café de especialidad todavía no estaba tan difundido. Después abrieron en Pershing, donde tienen como mesa central un tablero de ping pong. Su última tienda está en Surquillo en la calle Los Negocios.
Con el café (del que soy un entusiasta aprendiz) me pasa como con el vino (y música y libros). Me gusta explorar y correr riesgos. No seguir huellas trazadas sino crear un camino propio.
En Origen tienen algunas exclusividades y ediciones especiales. Como el que compré esta semana de Finca Velásquez de Satipo. Ligero, dulce, de textura fina.

